martes, 29 de diciembre de 2009

¡Feliz Año Nuevo!!!

¡¡¡Que tengamos un año de diez!!!

El diez es el número clave para arrancar el nuevo año con todas las fuerzas.
Porque en nuestra cultura todo lo contamos de a diez. Simplemente porque tenemos diez dedos en las manos para contar.
El diez sugiere el fin de un ciclo y el comienzo de otro.
Claro, es el número base del sistema decimal. Por eso las crisis de los 30, de los 40, de los 50. A nadie se le ocurriría plantear la crisis de los 37 años o de los 44.
Diez es el primer número que reúne dos dígitos: el que refleja la unidad y el que representa la nada.
Es la nota máxima posible en los exámenes.
Es la puntuación más alta en competencias olímpicas.
El diezmo era el tributo que se pagaba a la iglesia o al rey.
En las barajas, del uno al diez llevan número y se grafican con la respectiva cantidad de elementos correspondientes a cada palo. Después del diez vienen las figuras.
Según el tarot, el diez simboliza la rueda de la fortuna y por lo tanto, la evolución.
Contábamos hasta diez para jugar a las escondidas, nos cantaron hasta hartarnos la canción infantil “Eran diez indiecitos”, y leímos obligadamente “Rosaura a las diez”.
Todos los relojes en los avisos publicitarios marcan las diez y diez.
Jesús limpió diez leprosos. Egipto soportó diez plagas. Los mandamientos son diez y generalmente las normas se compilan en decálogos.
Y para colmo, en este año decimal celebramos la Revolución de Mayo en su bicentenario.
El año termina para nosotros en este mes, que si bien es el duodécimo, lleva el nombre de diez,- por eso diciembre-. Es que para los romanos el año se iniciaba en marzo. Precisamente entre los romanos, el cinco es la V porque es el esquema gráfico de una sola mano, y el diez es la equis, que junta dos “ve” por su vértice y representa las dos manos. Es por eso que diez en números romanos se escribe con una X.
Y ya que la X en matemática es siempre la incógnita a despejar, no tengamos dudas de que el año que empieza nos va a ser inmensamente favorable. Individualmente y en conjunto. Y vamos a gambetear todas las adversidades a la manera de Maradona o Messi, los mejores diez del mundo.
Démosle al año que empieza la mejor bienvenida, al modo del pueblo Mapuche, cuyo saludo es “Marí, Marí”.
Marí es el número diez.

¡¡¡FELIZ 2010!!!!
Dos mil diez tiene diez letras.
Un Fuerte Abrazo para todos!!!


jueves, 24 de diciembre de 2009

"No te olvides de sonreír"

No te olvides de sonreír pese a todo...
La vida no es fácil para nadie; sin embargo te pido que lo intentes...
Que no te quedes inmerso en esa nube de soledad...
Ni en los vientos de desesperanza...
Baila con tus flaquezas, y hazle una mueca a la luna... para que estrellitas mágicas caigan y te den la bienvenida.
Así es la vida, con momentos duros, quizá muy duros...
Después del dolor...la alegría.
Después del llanto...la sonrisa.
Después del desamor...el amor.
Así que sonreí hasta que el sol aparezca y brille con ganas en tu vida.

*La sonrisa es la demostración física de la alegría del alma.*

Un beso, una estrella y una flor de alguien que los quiere mucho... ¡Feliz Navidad y mejor Año Nuevo!!!

domingo, 20 de diciembre de 2009

A todos los amigos que me acompañan

Con todo mi cariño, y perdón por haber faltado tanto tiempo, pero estoy ESTUDIANDO!!!!

A eso… a eso…

A eso de caer y volver a levantarte;
de fracasar y volver a comenzar;
de seguir un camino y tener que torcerlo;
de encontrar el dolor y tener que afrontarlo…
A eso, no le llames adversidad,
llámale:
Sabiduría.

A eso de sentir la mano de Dios y saberte impotente;
de fijarte una meta y tener que seguir otra;
de huir de una prueba y tener que encararla;
de planear un vuelo y tener que recortarlo;
de aspirar y no poder, de querer y no saber;
de avanzar y no llegar…
A eso, no le llames castigo,
llámale:
Enseñanza.

A eso, de pasar días juntos radiantes;
días felices y días tristes;
días de soledad y días de compañía…
A eso, no le llames rutina,
llámale:
Experiencia.

A eso, de que tus ojos miren y tus oídos oigan;
y tu cerebro funcione y tus manos trabajen;
y tu alma irradie, y tu sensibilidad sienta;
y tu corazón ame…
A eso, no le llames naturaleza humana,
llámale…
Milagro.

A eso, de que tus ojos estén leyendo este mensaje,
y que tengas el tiempo para disfrutarlo,
que escuches esa melodía
y tengas esa sensación de cariño…
A eso, no le llames casualidad,
llámale…
Amistad