miércoles, 28 de enero de 2009

Reflexión del Padre Rossi

"Recuerdo una experiencia que se me quedó grabada en el corazón. Cruzando en auto un barrio de San Miguel, después de un día de lluvia y por calles de tierra, fui a parar a la banquina del costado izquierdo y quedé con medio auto semi-hundido, de modo que tuve que salir por la puerta de la derecha, casi escalando por el asiento. Eran las 12,30 hs. de un día de semana, y la verdad es que no se veía un "cristiano" por ninguna parte, para colmo yo lo que necesitaba era "un cristiano con camioneta o camión" que me pudiera tirar para sacarme.
Providencialmente, a dos cuadras vi una camioneta estacionada frente a una casa. Golpeé las manos y salió una mujer con su delantal de maestra jardinera, que indudablemente estaba comiendo porque avanzaba hacia mí tragando el último bocado. Le pregunté por la camioneta y me contestó que era de su marido, que estaba también almorzando y ahí nomás, sin
titubeos, le pegó el grito. Salió un muchacho joven que, según me contó después, buscaba con el camioncito verduras en el mercado central y hacía el reparto en las verdulerías de la zona. Justo había terminado el reparto, entonces antes de volver había parado un ratito en casa a comer y descansar.Le expliqué mi asunto e inmediatamente se movilizó. Dejó el almuerzo por la mitad y allá nos fuimos. Al llegar a mi auto semi-hundido, ya había aparecido el vecino del frente, muchacho joven también, que con las manos en la cintura y casi a modo de saludo afirmó "solemnemente":
- ¡Va a estar difícil la cosa,eh!
A lo que Juan, el verdulero, replicó diciéndome:
- ¡Algo vamos a hacer, Padre!, mientras sacaba la soga, se metía en la zanja ensuciándose para atarla a mi paragolpes. Después preparó el camioncito para la tironeada y, de a poquito, con gran esfuerzo lo fue sacando hasta ponerlo en tierra firme.
A todo esto en una pausa de la operación volví la vista hacia la casa del vecino "profeta" y ya no estaba, se había metido adentro. Juan, en cambio, estaba allí, frente a mí, embarrado, con la camioneta mugrienta, sacando humo por todos lados debido al esfuerzo que hizo el motor, con el almuerzo interrumpido, con su merecido descanso postergado y con mi auto rescatado. Y mientras se despedía, con la misma sencillez con que vino y ante mi "infinito" agradecimiento, me volvió a decir "victorioso":
-¡¿Vio, Padre, que algo íbamos a hacer?!
Y yo me quedé pensando:
¡Gracias Señor, porque mientras existan hombres y mujeres como Juan en este mundo, no habrá pantano del que no podamos salir, por difícil que sea!
Pero a la vez me nacía una pregunta: ¿Y yo, cuál de los dos era? ¿Era el hombre olvidado de sí, que "perdió" por dar una mano ó era el "profeta chanta", que desde la seguridad de su puerta, con las manos en la cintura lanza afirmaciones, tan verdaderas como estériles, para después desaparecer a la hora de la pechada? Dios quiera que siempre, frente a las dificultades de la vida, sobre todo de los demás, nos salga desde lo hondo del corazón, con esa maravillosa frescura: ¡Algo vamos a hacer! Y lo intentemos."
Siempre escucho con admiracion las palabras del Padre Rossi, sacerdote jesuita que vive en Córdoba y que está al frente de la Fundación Manos Abiertas, donde todos los viernes preparo la cena para los bebés del Hogar. Esta vez quiero compartir este escrito de él.

22 comentarios:

Caselo dijo...

Hola mi querida Pilar. Que reflexión más oportuna y hermosa.No me cabe la menor duda de que tú perteneces al grupo de seres humanos como Juan.
Un fuerte abrazo de oso y un besito de mago. Estaba de viaje, recién regreso y aquí estoy feliz de visitar tu casita.

Carlos Eduardo

Unknown dijo...

Me hice la misma pregunta. Espero ser como Juan, tener la valentía de afrontar lo inesperado y de resignar la comodidad para comprometerme para ayudar.
Creo profundamente que todos los hombres somos confiados por naturaleza. El tránsito de la vida nos hace ásperos y desconfiados. Pero siempre debemos reservar ese espacio donde el amor al prójimo se refleje en los actos más simples.
Lindo relato, Pipina. Gracias por compartirlo.

Maria Andrea dijo...

Hermoso. La solidaridad es lo que falta, sobre todo por aca'. Desde las cosas mas simples, como por ejemplo dejar un poco de lugar en la vereda para los que vienen del otro lado y por lo cual mi hijo siempre me pregunta: -por que' no nos dejaron pasar? Yo siempre le digo: -porque son maleducados, espero que vos dejes pasar
Y asi hay tantos ejemplos!
Beso grande

Cecy dijo...

Esta bella reflexi{on querida Pilar, me recordaron unas palabras que una vez me dejo escrito un amigo.

"Intentar Cecy, Intentar, con esto ya estamos ganando".

Besos

miguel dijo...

QUE BUENA REFLEXION PILAR.CREO QUE CON GENTE COMO JUAN SALDRA ESTE PAIS ADELANTE,TAMBIEN CON GENTE COMO VOS QUE EN EL ANONIMATO COLABARA CON LOS MAS NESECITADOS,TE FELICITO POR EL APORTE QUE HACES EN ESE HOGAR AYUDANDO A LOS MAS PEQUEÑOS. BESOS LINDA PIRATA¡¡¡¡¡¡¡

mardelibertad dijo...

que reflexión de bondad
Besos

Pipina dijo...

Caselo: que suerte que estes de regreso y visitandome. Pienso que vos tambien sos los de Juan, si no no estarías aquí respondiendo a esta reflexión. Devuelvo el abrazo de osa y maga.Saludos Pilar

Pipina dijo...

Y sos como Juan!!! comprometido aun cuando la vida te haya hecho un poco aspero y desconfiado,¡que no lo creo!!!Donde hay amor todo se puede resolver.Besos Pilar

Pipina dijo...

Ma. Andrea es cierto que hay cierto egoísmo en la gente como si no les importaran los demas y que ellos son los primeros pero que bueno que eduques a tus hijos de otra manera. te digo que por aquí cuando la gente es convocada es bastante solidaria pero siempre están los de la reflexión.Besos Pilar

Pipina dijo...

¡Eso Cecy!!! intentarlo aunque a veces no salga!!! porque es muy fácil criticar y uno quedarse mirando mientras los otros obran. Besos.Pilar

Pipina dijo...

Vos sabías de mi pequeño aporte allí, no es nada del otro mundo pero "yo" me siento feliz y leyéndote tambien con gente como vos intentaremos salir adelante. Besos Pirata.Pilar

Pipina dijo...

Mardelibertad.Exacto!!! de bondad, de solidaridad, de esperanza, de no mirar para otro lado. Eso es esta reflexión Gracias por pasar. Besos Pilar

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Pilar...

Siempre habrá un buen samaritano que se ofrezca a ayudarnos en las dificultades.

Muy a pesar de los icrédulos que siempre piensan negativamente y no intentan hacer las cosas.

Mientra existan personas como Juan, encontraremos una mano amiga en nuestro camino.

Un abrazo.

Ivy dijo...

qué buena reflexión, me encantó

hay muchas más buenas personas de las q pensamos, y en los lugares q menos imaginamos a veces!!!

besos

me encantó tu blog

Abuela Beauty dijo...

Hola Pilar!!
Hace dias que quiero pasar por aqui..pero me conecto poco, (estoy acomodandomea mi nueva casa y nueva ciudad!!)
Pero bueno hoy si!!
Gracias por tu visita y te espero pr mi blog siempre que quieras!!
Aqui hay para entretenese bastante!
Con respecto a la historia de tu post de hoy...muy real.
Muchos cariños y ya te agrego a mi lista!!

Alelu dijo...

Pilar...como siempre visitar tu blog es una caricia para el alma, me encantó el relato, y la verdad, que bueno sería que todos fuesemos como Juan.
Besotes

Yana dijo...

Que bonito lo que has compartido, muchas gracias por obsequiarnos tu blog

http://gymbrainstorming.blogspot.com/

Pipina dijo...

Rafael eso es lo mismo que pienso yo y por ahí pienso que si no somos tan pesimistas hay más gente samaritana de la que pensamos. Un beso Pilar

Gracias Ivy casi las mismas palabras que comenté con Rafael. Gracias por pasar y me alegro que te guste el blog.Besos Pilar

Gracias Abuela Beaty por estar!!! Me encanta que me visiten. y como no soy de escribir yo, siempre busco algo que me haga reflexionar y compartirlo. BesosPilar

Alelu!!! tambien para mí es una caricia en el alma que pasen por mi rincón y si hacemos correr la bolilla a lo mejor nos seguimos contagiando y somos cada día mejores y más solidarios. Besos Pilar

Gracias Mariana a vos por pasar, en cuanto haya respondido a todos los que cariñosamente me han escrito, paso por tu lugarcito.Aquí estaré esperándote.Besos Pilar

Anónimo dijo...

Bueno pues era un poquito como el otro, pues habla de que Juan se ensució pero no habla de que él se ensuciara también!!! jajaja, no fuera de bromas, la verdad es que el mundo está lleno de, cómo dices tú? chantas?, bueno el profeta que solo profecita.
Yo soy trabajadora social, y he ejercido de ello, aunque ahora no estoy en la profesión, y para lo que me sirvió el trabajar de lo que estudié es para darme cuenta que en todas las instituciones, religioes, o comunidades, hay infinidad de profetas, o personas que dicen lo que deben de hacer los demás y como dirigirlos, pero mojarse, embarrarse o ensuciarse, son los menos.
Dios quisiera que todos esos que hablan de ayudarnos unos a otros, de cómo hacer las cosas, de lo que es correcto o incorrecto,de lo que va a pasar o no va a pasar, aparcaran un poquito más las palabras y utilizaran más las manos, porque así todos los países, todo el mundo, iría mucho mejor de lo que va.
En fin, no se trata de dar pescado solo a las personas, pues sino no tienen alicientes para cambiar la situacion, sino de enseñarles a pescar, y para eso, no solo se necesita una explicación, sino también una demostración.
Fantástico el texto de este señor, que me lo copio y me lo guardo, pues trae enseñanza y nos ayuda a movernos a todos.

Besines

Pipina dijo...

Gracias Ena y llevalo nomás. Y sí, como verás él se pregunta ¿que es "él mismo"?¿cuál de los dos?.Recitamos lo que otros tienen que hacer o nos embarramos y todos tiramos para adelante? Y besines para vos tambien.Pilar

Anónimo dijo...

Ojalá cada vez haya más como "Juan". Estaba leyendo el post de la payana e iba a dejarte allí un comentario, ese juego me lo enseñó mi mamá, ella lo jugaba hace casi 60 años en su pueblo natal así que me gustó leer tu post, pero enseguida vi esta reflexión y pues aquí me quedé.

SALUDOS!

Pipina dijo...

VIKI: gracias por quedarte aquí, sos bienvenida en todas las entradas. No dejes de visitarme.Besos. Pilar